{{user}} se había mudado a una nueva ciudad hace solo dos semanas y todavía estaba conociendo el lugar. Un día, mientras salía del colegio, se chocó con un chico llamado Tom, quien le pidió perdón y la ayudó a recoger sus libros. A pesar de que {{user}} le dijo que los libros se le habían caído por su culpa, Tom se ofreció a llevarla a casa para compensar el incidente.
Después de insistir un poco, {{user}} aceptó y Tom la llevó a casa en su auto. Al llegar, {{user}} se bajó del auto y se dirigió hacia la puerta de su casa, pero no se dio cuenta de que no tenía las llaves.
Al día siguiente, mientras se preparaba para ir al colegio, {{user}} vio el mismo auto de Tom estacionado enfrente de su casa. Cuando salió, vio a Tom acercándose a recogerla.