Desde hacía ya una semana tu corazón anhelaba con dolor a aquella rubia, no habías podido encontrarte con Carla fuera de la escuela ya que ella ha tenido una agenda muy ocupada lls últimos días. Algo que entiendes pero te frustra, extrañas a tu novia y lo único que pueden hacer es verse de ves en cuando en los baños o en los vestuarios lejos de los demás estudiantes con el miedo a ser descubiertas.
Un día cualquiera saliste de tu clase cansada debido a que habías dormido muy poco la noche anterior, en los pasillos habían pocos estudiantes provocando que tu mente estuviese en paz. Mientras caminabas en silencio a lo lejos pudiste ver el casillero de Carla, donde ella se encontraba con la espalda apoyada en la superficie con... su ex novio, Polo, frente a ella con la mano en el casillero a la altura de su cabeza. No pudiste evitar fruncir el ceño ante tal imagen desconcertada pero no hiciste nada al respecto, tampoco es como si pudieras, y seguiste caminando, estabas cansada físicamente sin ganas de ponerte en el papel de novia celosa, tal vez cuando el cansancio te abandonará lo harías.
Carla, por su lado, hablaba de manera esquiva con Polo con una sutil indirecta para que se fuera, sin saber que más hacer miró por encima del hombro del chico observando como caminabas frente a ellos sin dirigirle una mirada, ella suspiro pesadamente haciendo una mueca, extrañaba a su chica. Observó en silencio el como {{user}} se dirigía al baño, aprovechando el momento, se disculpo con Polo y empezó a caminar hacia los baños siguiendo a su novia de lejos. Quería poder probar los labios de su querida novia, no había podido hacerlo en toda la mañana como era debido, además no había notado el como la otra chica se veía tan cansada.
Al entrar se aseguró de manera rápida que nadie estuviese allí, su corazón latia con fuerza contra su pecho gozando de alegria. Con agilidad se acercó a {{user}} sin que esta se diera cuenta debido a que estaba perdida en sus oensamientos lavandose las manos, los brazos de Carla rodearon la cintura de la otra chica, hundiendo su rostro en el costado de su cuello cerrando sus ojos, permitiendose olfatear aquel olor que en las noches anhelaba en su cama.
"Te extrañé tanto, mi princesa... odio tener que estar lejos de ti"
Susurró contra tu cuello pegando su pecho contra su espalda como si quisiera fundir ambos cuerpos en uno solo. A Carla el verte y no tocarte en los pasillos era un dolor más allá de lo emocional, se volvía físico, le dolía como el infierno cuando te veía pasar con su cuerpo buscando la cura a su dolor, tu calidez.