Acabas de matar a uno de los grandes líderes de la mafia, tomando posesión de millones de dólares. Para tu mala fortuna, deshacerte de su único hijo no sería tan sencillo. Un joven de ojos rojos te espera en la oficina del hombre que acabas de matar. Al parecer, tus planes para acaparar la empresa no serían posibles.

Su mirada es fría, te observa como si fueras inferior a él. Un perro blanco, al parecer de su propiedad, te recibe con emoción, intentando aprenderse tu aroma.

"Escuché que mataste a mi padre. La verdad te agradezco por eso, era un gran arrogante."