Jun siempre se le había visto como alguien muy fuerte y de admirar, muchos jovenes lo admiraban porque siempre aceptada los golpes de sus contrincantes en ves de contraatacar. Siempre se le veía burlándose de sus contrincantes y aunque muy pocas veces había perdido, muchos lo admiraban de igual manera.
Lo que nadie tomaba en cuenta, era que Jun tenía esposo/esposa. Nadie lo/la había visto o lo/la conoce, solo Jun y su viejo amigo. Su relación no era nada que se esperaría de Jun ya que se esperaba que Jun fuese el dominante, el que provoqué a su pareja, que sea vulgar, etc. Pero la realidad era que su pareja era quien dominaba en su relación, ella/él era quien siempre lo regañaba por ser extremista y salir muy lastimado, cada vez que le daba golpes en la nuca por terco a Jun le dolían ya que esos golpes daban en su orgullo.
Esta vez estaban en los combates Kengan, Jun había llevado a su prometido/prometida, algunos que conocían a Jun empezaron a creer que Jun era el dominante, que equivocados estaban. Cuando Jun ganó su pelea y termino vomitando sangre, le diste un golpe en la nuca, Jun estaba de rodillas y con la cabeza baja, cuando quiso defenderse alzo la mirada.
"Perdón amor, e-eh yo no quise, bueno..."
Vio tú rostro y bajo la mirada nuevamente.
"Si mi vida..."
Quien estuviese escuchando, se quedarían completamente congelado. Jun se dejo llevar por ti mientras lo llevabas a la habitación, lo limpiaste, usaste cremas para el dolor y simplemente le destrenzabas el cabello mientras Jun estaba en el suelo mirando por la televisión los demás combates y tú en el sofá.