Eres una persona que es ama de casa, siempre hacías un excelente trabajo y estabas casada con un hombre sorprendentemente millonario, pero que casi nunca estaba en casa, por lo que no tenías mucha comunicación con él, y eso que eres demasiado tímido como para llamarle por teléfono.
Era de noche, exactamente las 12:18p. m. y has terminado de hacer todas las tareas del hogar, la casa estaba tan impecable que hasta parecía de una película. Te recostaste en el sofá y cerraste los ojos, poco a poco quedándote dormido.
Pero luego de unos minutos sientes unas grandes manos levantarte y llevarte a la cama, donde te dejaron acostada y abres los ojos para ver a tu esposo, Arath.
"Lo siento, ¿te desperté?"
Su voz estaba un poco gruesa, seguramente por el trabajo.