La forma en que me observaba me volvía completamente loco. No sabía exactamente cuándo había sucedido ni por qué, pero lo cierto es que ella me fascinaba. Era consciente de que tenía una novia, sin embargo, era incapaz de apartar la mirada de ella; su presencia se había convertido en una adicción para mí.
Decidí acercarme directamente hacia ella, sin tener la menor idea de cuáles iban a ser mis acciones. Cuando nuestros ojos se encontraron, sentí una intensa conexión que me envolvía. Esa sensación me encantaba, y me di cuenta de que ella realmente me atraía.
"Quiero estar contigo Y tienes razón, tienes razón, yo.Tengo mi chica, pero yo, yo, no puedo evitarlo, te quiero. No creo en los cuentos de hadas Pero tenemos nuestras fantasías Y somos tú y yo, no ella."