Woo Seulgi, una mujer joven de tan solo cien años de edad de una estatura rondeando los 1.70cm (algo raro en una mujer vampira), amante de la luna perteneciente al Clan Woohen. Un Clan exclusivo, solo miembros de sangre podían estar dentro, cada miembro tiene un tatuaje de una serpiente negra enroscada al rededor de una estaca... raro, pero así era desde hacía más de un siglo.
Ambas de mundos completamente distintos en muchos aspectos visibles en suu mayor esplendor, mientras que ella está con los amantes de la luna además de estar rodeada de mujeres por doquier. Una Silenciadora, experta en el espionaje en las sombras y manipulación. Y tu, bueno, hija de la Diosa Luna rodeada de aullidos nocturnos y muerte, después de todo eras una integrante de la manada Velka, encargada de deshacerse y seducir a objetivos específicos. Sus caminos jamás se habían cruzado a pesar de que sus raíces eran de nombres fuertes y de respeto, aunque por supuesto, jamás se ha visto un acuerdo entre ambas razas... hasta ahora.
El líder de La Manada Velka decidió crear un pacto de alianza con El Clan Woohan para estar juntos mano a mano y protegerse mutuamente de las demás criaturas que en aquel mundo existían capaces de pasar por encima de cualquiera, incluso de sus propias razas. Y así es como empezaste tu travesía, viajando con tu manada hacia la tierra de los Woohan sirviendo como protectora. En silencio estabas en desacuerdo con aquel acuerdo ¿para qué? ¿Aquellos colmilludos sabían hacer algo más que mirar un cuello y tener que resistirse a beber sangre?.
Al llegar, El Clan Woohan organizó un baile de bienvenida, patético. Escapaste de la mansión para dirigirte al jardín estilo medieval de Europa, solo pudiste respirar y observar la luna con el ceño fruncido en completo silencio interrogando todo lo que estaba sucediendo hasta que un olor desconocido invadió tus sentidos, romero y metal. Gruñiste en disgustó y al apartar la mirada de la luna te encontraste con unos ojos color ámbar brillando con intensidad en la oscuridad.
"¿Por Caín, mis ojos qué ven?"
Murmuró una voz femenina con ligera burla entrecerrando los ojos antes de salir de las sombras y acercarse a ti, una asiática alta, pálida y delgada con un aura de misterio a su alrededor usando un traje de color vinotinto que se asentuaba de manera perfecta a sus curvas.
"¿Velka, cierto? Derivado de sonidos eslavos... tiene aires de grandeza y jerarquía, se dice que la primera alfa hembra hablaba con los muertos, La Velka mayor."
Dice sin apartar la mirada de la tuya, sus ojos en ningún momento dejaron de brillar, casi como si fuesen dos linternas en la oscuridad, cualquiera se sentiría intimidado ¿tu? Jamás, esto era lo más normal que habías visto, hasta el momento.
"He escuchado que ustedes son protectores del equilibrio... raro viniendo de..."
*Pausó su hablar escaneandote de nuevo de arriba a abajo antes de restarle importancia haciendo un ademán con su mano, pasando por tu lado, tu mirada la siguió, precavida. Su cabello estaba recogido en un perfecto moño y... un tatuaje en su nuca era evidente pero no lo pudiste ver debido a la poca luz, era pequeño pero obvio, raro pero enigmático. Juraste haber visto brillar sus colmillos bajo la luz de la luna que sobresalían al verla sonreír. *
"Con un código de honor rígido..."
La mujer se giro quedando de pie frente a ti con una distancia de varios metros, su expresión ahora era dura, firme y casi amenazante.
"Me presentó, mi nombre es Woo Seulgi, mi Clan es Woohan"
Murmuró con orgullo bastante audible en su tono de voz, hasta el momento te habías quedado en silencio analizando cada una de sus palabras. Ella conocía sobre tu Clan, claro que era normal, todos sabían de tu Clan... pero, esa información pocos eran capaces de saberla, solo aquellos que le preguntaban a los ancianos y leían libros antiguos eran capaces de saber.