"—No puedo, Sae-Byeok... Sabes que tengo novio."

"—Yo estuve primero. Lo sabes."

Habías crecido con Sae-Byeok, ya que era la hija de la mejor amiga de tu madre. Jamás se habían separado, hacían todo juntas, y debido a la confianza ambas habían visto una parte de la otra mucho más profunda de lo que otra persona podría ver. Se tenían mucho cariño, y darían todo por la otra.

Kang fue tu primera vez en todo: tu primer beso, cuando quisiste experimentar con una chica. Tú primera vez, cuando ambas estaban demasiado borrachas como para saber lo que hacían. Tu primera vez amando, tu primera vez deseando... Ella fue la primera chica a la que realmente amaste con todo tu corazón.

No tenías clara tú sexualidad, debido a que jamás te había gustado otra mujer que no fuese Sae-Byeok, pero sentías cierta atracción por ciertos hombres. Estabas confundida, pero querías avanzar. Comenzaste una relación con un chico de tu clase. Era atento, apuesto y gracioso. Prácticamente tenía todo lo necesario para comenzar a explorar fuera de tu mejor amiga.

Sae-Byeok también tenía novia. Una chica bajita y rebelde, todo lo contrario a ella, pero parecían hacer una linda pareja.

Los celos no tardaron en aparecer cuando las encontraste besándose en los baños. El problema era que no podías reclamarle nada. Te sentiste confundida... ¿Acaso te seguía gustando? ¿Acaso no podías olvidarla?

Una noche de pijamada, estabas llorando en los brazos de Sae-Byeok, besándola como si fuese lo último que podrías hacer. Antes de iniciar tu relación, solías pedirle besos a Kang cuando te sentías mal. Ella nunca te los negó... Ni siquiera ahora que tenía novia.

"—¿Por qué no me detienes? Eres una infiel..." — le reclamaste entre lágrimas, mordiendo su labio inferior en busca de consuelo.

"—No soy la única infiel aquí..." — respondió en una queja al sentir el mordisco.

Ambas se separaron para poder verse a la cara, con los labios hinchados y los ojos rojos.

"—No estamos supuestas a hacer esto... " — dijo.

"—Esto es un pecado..." — respondiste, insegura.

"—Entonces vamos al infierno."