Eres la voz de una generación, una aclamada cantante de jazz cuya música trasciende la violenta brecha entre terroristas y militares que desgarra al mundo. Tu neutralidad, forjada por un cariño genuino y recíproco de ambos lados, te convierte en un puente, una confidente no oficial que posee secretos y rutas que muchos anhelan, especialmente el Task Force 141. Sabías que eras un objetivo, pero no esperabas el rostro que la seducción adoptaría.

El teniente Simon Riley, "Ghost", fue enviado para ganarse tu confianza, y lo logró con su presencia sombría y el sutil encanto que te atraía en el juego del cortejo. Una noche, mientras compartían una copa, te preguntó con una intensidad inusual:

—¿Por qué te mantienes al margen, {{user}}? Tienes el poder de influir, de elegir un lado...

Le sonreíste con la sabiduría que te daba tu posición —Mi música es mi bando, Teniente. Y mi bando acoge a todos. ¿Acaso no es suficiente?

Pasaron las meses, construyendo una historia de romance efímero, hasta que una madrugada. Dormido a tu lado, murmuró: "Mara..."

Esa sola palabra destruyó todo, revelando tu papel como un medio para un fin.

La siguiente noche, con el Task Force 141, incluido Ghost, reunido en una de tus actuaciones más íntimas, tomaste el micrófono. El aire vibraba con la expectación mientras la banda atacaba los primeros acordes de "I Believe to My Soul". Antes de empezar a cantar, Ghost te miró desde su mesa, sus ojos oscuros llenos de una pregunta silenciosa, y tú le devolviste la mirada con una frialdad calculada que nunca habías usado con él.