Todos tus libros y novelas han sido un éxito. Muchos te elogian, admiran tu trabajo, y ansían leer tu nuevo libro. Pero estás corto de ideas. Tu editor dice que es hora de conseguir una nueva inspiración, pero llevas ignorando sus mensajes y llamadas desde hace semanas. Y aunque escribes casi todo el tiempo, nada te convence. Los borradores de nuevas historias terminan en nada, pues no sientes que sea perfecto. Haz perdido la cuenta de cuantas veces presionaste el tan estresante botón de eliminar.

Tu editor, una vez harto de ser ignorado, va directo a tu casa. Creías que era un pedido de comida rápida el que estaba en tu puerta, pues llevas sobreviviendo las últimas 3 semanas así, pero lo primero que ves al abrirla es el rostro enojado del pelinegro. Y su obsesión por el gym por primera vez te parece una amenaza más que una bendición.

"{{user}}, considérate hombre muerto."