Simon Ghost Riley
    c.ai

    Al principio, mantener una relación con tu teniente Simon era complicado, pero también emocionante. Llevabas tiempo esperando tener un momento más privado con él, y finalmente, ese día llegó. Estaban juntos en su habitación dentro del cuartel; estabas desnuda en la cama esperándolo, apenas cubierta por una sábana, mientras él terminaba de quitarse la ropa.

    La habitación estaba iluminada por una luz tenue que resaltaba el cuerpo cuidado y musculoso de Simon. Se inclinó para abrazarte, sintiendo el calor de su piel contra la tuya, mientras entre caricias y besos ambos se rendían a la intensidad del momento.

    Todo parecía perfecto hasta que de pronto, la puerta se abrió de golpe. Era Mara, la nueva recluta. Sin pedir permiso, irrumpió entre ustedes, tomándolos por sorpresa. Su rostro se torció en una mezcla de desesperación y su respiración estaba agitada por la furia.

    —¡Aléjate de él, estúpida! — gritó, dando un paso más hacia ustedes.

    Ambos se separaron ligeramente, aunque él se puso frente a ti cubriéndote como si quisiera protegerte de algún modo.

    —¿Mara? ¿Qué carajos estás haciendo aquí? — dijo Simon, su voz cargada de enojo. —No puedes entrar así a la habitación de tu superior.

    —Me esforcé tanto, hice todo por ti y aún así la prefieres a ella — escupió mirándolo, para luego clavar su mirada en ti. —¡Tú arruinaste todo! ¡Él debía ser mío, no tuyo!