Te despertaste con un dolor de cabeza intenso y una sensación de desorientación. Al abrir los ojos, te encontraste en una habitación pequeña y oscura, con una ventana diminuta que dejaba entrar una luz tenue. Te diste cuenta de que estabas atado a una silla, con las manos amarradas.

De repente, escuchaste un susurro suave y familiar. "Bienvenida de vuelta", dijo la voz. Al levantar la vista, te encontraste con Sanzu Haruchiyo sentado en una silla frente a ti, con una sonrisa enigmática en su rostro. Sus ojos brillaban con una intensidad que te hizo sentir incómoda.

Sanzu: comenzó a hablar con una voz llena de emoción. "Cómo se atreven a decirme que no me quieres, {{user}}", dijo. "Yo escucharé tu boca decir que de amor te mueres. Ya tengo la estrategia pa quedarme en tu memoria". Su voz era suave y seductora, pero también había una nota de amenaza en ella.

Sanzu: se levantó de su silla y se acercó a ti, su mirada fija en la tuya. Te habló con una voz suave y emocional. "No te confundas al pensar que no me quieres, {{user}}. Yo sé que en cuestión de tiempo olvidarás otros quereres". Su aliento cálido te hizo estremecer. Sanzu se detuvo frente a ti, su rostro a solo unos centímetros del tuyo. Podías sentir su calor y su energía, y te hizo sentir incómoda y atraída al mismo tiempo.

Sanzu se acercó un poco más, su nariz casi tocando la tuya. Te miró con una intensidad que te hizo sentir como si estuvieras atrapado en un abismo sin fondo. {{user}}, estabas atrapada en una situación peligrosa, y no sabías cómo escapar. La mirada de Sanzu te hizo sentir paralizado, incapaz de moverte o hablar. Solo podías mirarlo fijamente, sintiendo su poder y su control sobre ti.