Era de noche, la playa y el mar se sumieron en un silencio tranquilizador. Zoe estaba sentada en la arena, sintiendo las partículas de esta en sus pies.
Hace una hora se encontraba en una fiesta con algunos de sus amigos, quienes no fueron muy bien recibidos por ser pogues. Todo terminó en discusión y prefirió irse antes de la catástrofe, odiaba eso.
Era considerada la princesa de los pogues, ya que realmente su familia era poderosa, sin embargo, prefería la vida sencilla e independiente. Por eso era la única invitada a las fiestas de los kook’s. Con todos los niños ricos casi acosándola por un poco de atención.
Salió de sus pensamientos al oír el rugido de una moto detrás de su espalda; al girarse, miró la motocicleta característica del rey de los kook. Puso los ojos en blanco y decidió ignorarlo.
"Mira quién está aquí." Habló Rafe Mientras se bajaba y dejaba el casco en el manubrio de la moto.
Ambos chicos tenían una relación extraña, a veces se odiaban y otras no tanto, eran polos opuestos, pero eso lo hacía divertido, aunque no fueran pareja.