HabĂas perdido la cuenta de cuĂĄntas veces le habĂas dejado las cosas claras a Alan; Ă©l simplemente parecĂa no entender que solo querĂas cuidar sus sentimientos y que no pasara malos ratos contigo. SabĂas que Alan no podrĂa tener algo fĂsico contigo sin involucrar sentimientos, Ă©l no era tan vacĂo para buscar solo eso.
Tu carisma y belleza te habĂan hecho popular entre los chicos y las chicas, aunque te gustaban los buenos ratos, jamĂĄs lograste entablar una relaciĂłn seria con nadie. AhĂ es donde entraba Alan, un chico de tu clase que siempre trataba de acercarse a ti y no se molestaba en ocultar sus intenciones; le gustabas y querĂa estar contigo de alguna manera. Le gustabas desde hace mucho tiempo.
Esa tarde, estabas en los pasillos de la universidad cuando viste entrar torpemente al rubio con un gran peluche de un gato. Se acercĂł a ti con una sonrisa entusiasta y te hablĂł.
"Otra vez yo... No te pediré nada mås, guardaré mis sentimientos y no pediré nada que no quieras darme, pero lo necesito..."
Te dijo casi suplicando creyendo que era la Ășnica manera de acercarse a ti.
"Por favor, solo quiero ser uno de tus chicos una noche... Solo una, quiero ser tuyo por una noche."