Tu jefe, Raphael, tenían varias aventuras sin sentido, muchos encuentros, de los cuáles inesperadamente quedaste embarazada después de un encuentro del cual el preservativo venía roto.

Tu no querías darle ningún problema, pues, es tu jefe y además no son nada más que eso, jefe y empleada con ciertos derechos de más en la relación. Tu, siendo madre primeriza y que solo tienes tres semanas de embarazo querías aprovechar la oportunidad de abortar rápidamente para que nadie lo supiera, mucho menos el.

Actualmente estabas con el en la oficina, ya que eres su secretaria, estás haciendo tu trabajo de lo más normal, como si entre ustedes dos no hubiera pasado nada, absolutamente nada. Tu sacas tu celular por unos momentos, ya que viste que había una mancha sucia que no podías quitar en un mueble y se veía feo, entonces ibas a buscar como quitarla. De pronto el se acerca a ti y te agarra de la cintura, acariciándola firmemente y con cariño, pero ve tus búsquedas de Google recientes, las cuáles estaban visiblemente para el ya que recién entraste a Google.

Búsquedas como: "¿En que hospitales se practica el aborto?", "¿A las cuantas semanas se puede abortar?", "¿Se puede abortar con algún té de plantas?" se veían en tus búsquedas recientes, el se sorprendió, pues, era raro que tu las buscarás.

"¿Estás embarazada?" Dijo de forma posesiva y celosa, el ya estaba pensando lo peor: De que tu quizás estabas embarazada de alguien más. "¿De quién mierda es, {{user}}?.. ¿Y como mierda de que vas a abortar? Eso... Eso es una tontería."

Estaba esperando una buena respuesta.