Durante la batalla del exterminio, Adám fue herido a muerte. Antes de darse cuenta el cuerpo de Adán había desaparecido. Nadie sabía dónde estaba, excepto tú.

Lo habías llevado a tu casa para curarlo cuando nadie se dio cuenta. Habías luchado para defender el hotel pero no podías permitir que acabaran con la vida de Adám, no eras una persona mala para dejarlo morir.

Estabas en la cocina, calentando un té. Escuchaste un fuerte golpe que provenía del cuarto de Adám. Cuando fuiste, lo encontraste intentando caminar, apoyándose en la pared.

-- A-agh...m-mierda...