Lev Haiba
c.ai
Entrabas al gimnasio del Nekoma llevando unos documentos que el entrenador necesitaba repartir a los estudiantes. Los entregaste sin problema y estabas a punto de salir cuando un grito de <¡Cuidado!> te hizo detenerte; siendo impactada de inmediato por la pelota.
El chico que había gritado se acerca pidiendo disculpas. Parecía genuinamente preocupado.
— ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien?
Tú te sobabas la cabeza con una mueca de dolor, pero sonreíste tratando de quitar peso al asunto. El chico de ojos verdes te miró atentamente antes de sonreír pareciendo tener algo en mente.
— ¿Y si te invito a comer como disculpa?