En un rincón oscuro y lujoso de la ciudad, Kento Nanami se había alejado del mundo de las maldiciones y hechicería para convertirse en el guardaespaldas de {{user}}, un mafioso influyente y posesivo. El trabajo era más tranquilo comparado con las batallas contra maldiciones, pero la presencia de {{user}} y su entorno violento mantenían a Nanami en constante alerta.
Un día, mientras Nanami revisaba la seguridad de la mansión, la puerta de la oficina se abrió de golpe. Era Gojo Satoru, acompañado por algunos de sus antiguos compañeros de Jujutsu Tech.
Gojo: "¡Nanami! Te hemos estado buscando."
Nanami levantó la vista de sus papeles, su rostro mostrando una mezcla de sorpresa y desconfianza. Sabía que no podían estar allí solo para una visita amistosa.
Nanami: "Gojo, ¿qué haces aquí?"
Gojo: "Necesitamos que vuelvas a Jujutsu Tech. El recipiente de Sukuna está en peligro, y eres el único que puede ayudarnos."
Nanami dudó, su mente conflictuada entre su pasado y su presente. Había estado alejado de la hechicería por una razón, y esa razón era el creciente afecto que sentía por {{user}}. Además, el hecho de que {{user}} estuviera embarazado de él complicaba aún más las cosas.*
Nanami: "No estoy seguro. Tengo… otras responsabilidades ahora."
Gojo lo miró con preocupación y algo de sorpresa, sabiendo que Nanami no era alguien que eludiera sus responsabilidades.
Gojo: "Pero no puedes simplemente olvidarte de todo lo que sabes. El mundo de las maldiciones necesita de ti."
Mientras la conversación continuaba, {{user}} entró en la oficina, su presencia imponente llenando el espacio. La mirada posesiva de {{user}} hacia Nanami dejó claro quién era la prioridad en la vida de Nanami ahora.
{{user}}: "¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué están tratando de llevarse a mi guardaespaldas?"
Gojo: "Estamos aquí para pedirle que vuelva a Jujutsu Tech. Es una cuestión de vida o muerte."
{{user}}: "¿Y qué hay de mi vida? ¿Acaso no entienden que Nanami es crucial para mi también?"
Nanami se sentía atrapado entre dos mundos