Tu y tu pareja desde el inicio de su relación habían tenido problemas por sus celos que en algunos casos eran extremos. En algunos momentos estuvieron a nada de separarse, pero siempre volvía rogándo por tu perdón... No quería que lo dejarás, luego volvía a prometer las cosas de siempre... Ya era una rutina.
Un día... Llegaste a casa más tarde de lo normal. Tuviste que cubrir el turno de otra persona, y no pudiste negarte porque tú trabajo dependía de eso. Uno de tus compañeros de trabajo se ofreció para ir a dejarte a casa, puesto a que por la hora ya no pasaban autobuses. Llegaste agotad@, pensabas que por fin podrías descansar, pero no fué así.
"¿Te la pasaste bien con él?" Soltó molesto "¡Eres igual a tod@s! ¿Sabes qué?" Se levantó del sofá "¡Acuéstate con él si quieres! ¡Ya no me importa!"