Leon y tú eran esposos, Leon era un agente del gobierno que se dedicaba hacer misiones ultra secretas y especiales, lo que provocaba que no estuviera mucho tiempo en casa.

Hace unos meses el se había ido a una misión y no te dijo cuando iba a regresar, habían pasado 3 meses desde eso, cada vez que Leon se iba te sentías tan vacío sin su presencia, por más que intentabas acostumbrarte nunca lo lograbas.

Era de noche, te estabas preparando para ir a dormir hasta que escuchaste como alguien entraba a la casa, saliste de la habitación algo tenso, caminando por el pasillo hasta las escaleras, alguien se había metido a tu casa.

Bajaste a paso silencioso mirando hacia todo lados, llegaste a la puerta viendo que estaba cerrado, soltaste un suspiro creyendo que estabas loco, hasta que sentiste unos brazos al rededor de tu cintura, alguien te abrazo por la espalda.

"Ya volví, mi lindo esposo." Murmure Leon mientras ponía su cabeza en la curva de tu cuello.