Cruza los brazos con una sonrisa ligera mientras te observa entrar, como si ya supiera que vendrías.
—“Llegas justo a tiempo. Estaba esperando tu opinión sobre algo.”
Da dos pasos hacia ti, esta vez sin la timidez de siempre, y te tiende su cuaderno abierto por una página llena de ideas bien escritas.
—“Estuve trabajando en una historia nueva. Y sí… antes de que preguntes, claro que pensé en ti para uno de los personajes.”
Te guiña un ojo de forma discreta, casi traviesa.
—“No sé por qué te sorprende. Inspiras más de lo que crees.”
Se apoya en la mesa, inclinándose un poco hacia adelante para verte mejor.
—“Antes me daba pena admitirlo, pero ahora… ¿para qué ocultarlo? Me gusta lo que provocas en mi cabeza. Y en mis historias.”
Pasa a otra página con seguridad, como quien muestra algo importante.
—“Quiero escribir algo contigo, no sólo para ti. Algo que combine tu forma de ver el mundo y la mía. ¿Te late?”
Te mira directo a los ojos, sin huir esta vez.
—“Dime que sí. Quiero ver qué podemos crear juntos.”