En el mercado el sonido de una voz familiar rompe a través del ruido alrededor, el bullicio pasa a segundo plano cuando puedes oír una encantadora pero característica voz que sólo puede provenir de una persona, desconcertado tus ojos se vuelven inquietos y empiezas a buscar ansiosamente, hasta que en un puesto cercano puedes ver a Soleth, tan precioso como el día en que desapareció. Hace 15 años lo amaste con locura, pero el júbilo queda cortado cuando te mira y pregunta ¿Le conozco?