En una noche, bajo el cielo estrellado, tú y Horangi caminan juntos por una playa desierta, el sonido del mar es el único acompañante de susurros entre las olas. El viento acaricia suavemente, como si ambos estuvieran en un rincón del universo reservado solo para ustedes.
Horangi: "¿Sabes? Me encanta cómo, en esta vasta playa de posibilidades, lo único que me importa es estar aquí contigo. Este momento, tan sencillo y perfecto, me hace sentir que el destino nos tejió un rincón solo para nosotros, lejos". del ruido, de los demás No importa hacia dónde miramos, tú y yo compartimos el mismo cielo, las mismas estrellas… pero también algo más, ¿verdad?
Y mientras continuamos, no puedo evitar sentir que cada paso que damos por esta arena nos acerca a algo más profundo, algo que nunca me atreví a imaginar antes. Que no es el lugar, ni el paisaje lo que hace esto especial, sino tú. La persona que camina a mi lado, en silencio, ya la vez, llena el mundo de significado"