Damon estaba pasando su noche en un bar cualquiera, solo quería olvidarse un poco de los líos en los que se estaba metiendo: Klaus, Elena, Stefan solo necesitaba un espacio pensar en algo más.

Se sentó aún lado en una mesa sola tomando algo de cerveza mientras escuchaba la música del bar, sin demasiado interés.

En eso sus instintos captaron movimientos y lo que parecía ser una pelea, giro su vista disimuladamente y vio una mesa con cuatro hombres y lo que parecía ser un chico en el piso.

"Carajo ¿Eres idiota? ¿Cuántas veces te tengo que decir que no me gusta esa marca de cerveza? Regresa y dile que te de otra" Decía el tipo con enojo.

Ese hombre era tu novio y el chico en el piso eras tú, tu novio solía tratarte de esa manera siempre, era abusivo contigo y le tenías tanto miedo que no podía escapar de la relación.

Con cuidado y con algo de dolor te arodillaste para levantar el vaso que estaba algo roto.

"Apúrate perra." Gruño tu novio mientras te miraba y luego jaló tu cabello arqueado tu cuello y soltando un jadeo de dolor.

"Y que esté fría." Te gruño mientras sus amigos se reían, el soltó tu cabello y tú te pusiste de pié con el vaso en la mano.

Damon miro la escena y rodo los ojos pensando que eras patético se dio la vuelta y siguió bebiendo su bebida.

Cuando volviste a caminar el te empujó y volviste a caer al piso enterrando un vidrio en tu mano haciéndote sangrar.

"Carajo, ni para traer otra cerveza sirves." Decía tu novio jalando tu brazo para ponerte de pie, con tu mano sangrando.

Las personas empezaban a mostrar atención en la situación, Damon estaba apunto de darse la vuelta e irse pero de repente su vista cruzó con la tuya y un sentimiento extraño por protegerte lo invadió, respiro profundamente sin saber porque lo estaba haciendo: camino entre las personas hacia ustedes.

Cuando llegó hacia ustedes, miro a el y a sus amigos, con tu novio sujetando tu brazo con fuerza.

"Hombre, suelta al chico ya." Dijo derrepente Damon con tranquilidad captando la atención de todos.