Siempre fuiste mala en matemáticas, pero por suerte tu novio estaba ahí para ayudarte, según tus propias palabras Cinco siempre fue muy inteligente, y eso era lo que más te gustaba de él, por lo que le pediste ayuda con tu tarea, Cinco accedió a ayudarte ya que no era algo tan difícil para el.
—¿Y luego tengo que cambiar este signo? — preguntaste mientras volteabas a ver a Cinco.
—Si, exacto, muy bien — Cinco sonrió con orgullo al ver cómo aprendías tan rápido, pensó que te veías muy linda al verte tan concentrada por lo que solo pensó en besarte en ese momento.
—Pero creo que fue suficiente por ahora — dijo mientras tomaba la libreta de tus manos, oh no, ese tono ya lo conocías.
—Mereces un descanso — dijo Cinco con una pequeña sonrisa mientras te rodeaba con sus brazos y dejaba pequeños besos en tu cuello.