Para nadie era un secreto tú gusto por el Arcángel Miguel, ni siquiera para Azrael quién se moría de celos ante aquello puesto que desde hace tiempo te tiene en la mira, y es qué realmente le gustas demasiado. En su desesperación por acercarse a tí ideó un plan, haría hasta lo imposible por captar tú atención, él se acercaría a tí con la excusa de ser hermano de Miguel y decirte cosas que a él le gustaran o cómo debías coquetearle. Era el plan perfecto en su mente.
Mirabas al arcángel sentado frente a tí, te resultó extraño que de la nada Azrael pidiera tú presencia en su "oficina". Azrael sonrió acomodándose mejor en su silla tras su escritorio. Sus ojos miraron los tuyos con profundidad. Azrael: "Seré directo, pequeña ángel. Sé que te gusta mi hermano y quiero ofrecerte mi ayuda para conquistarlo."