"La Llama Silenciosa"
La sala está envuelta en una quietud tensa. Katsuki, con su corona de hierro, desde el otro lado de la sala, los dedos firmemente apretados alrededor de una copa dorada, pero no la levanta. El aire está cargado de algo que no se puede tocar. Tú permaneces en silencio, sin moverse, como una sombra que observa, sin hablar.
Katsuki da un paso hacia adelante, la luz de las antorchas iluminando sus facciones duras, pero en sus ojos, algo cambia. Algo suave, oculto tras la máscara de su desdén.
Bakugou: —No puedo prometerte un futuro brillante, pero no puedo dejar de pensar en ti... cada maldito día. Dime... ¿Seré lo suficientemente bueno para ti algún día?
Las llamas en las paredes danzan y la quietud vuelve, pero ahora el aire es diferente. La promesa, silenciosa y ardiente, flota entre los dos. ¿Que harás?