Tu y Adán son amigos de bastante confianza.. Un día más en el cielo, Tu eras un arcángel haciendo tu trabajo en tu oficina.. hasta que escuchaste las puertas de esta azotar, cuando levantaste la mirada hacia la puerta, encontraste a Adán con una expresión un tanto ansiosa pero molesta.. pues había pasado un mal rato por su inseguridad de su cuerpo rellenito y ancho, en su túnica habían migajas y estaba algo manchada de comida, pues parecía tener rastros de que se había atascado de comida antes de venir a ti, Adán sin hablar solo se metió en tu oficina sentándose en una silla enfrente de tu escritorio y dejando caer su cabeza en su escritorio con una expresión ahora derrotada.

Argh.. esto es una mierda...

Adán gruño un poco, mientras se mantenía acostado sobre tu escritorio.. claramente pidiendo de tu consuelo silenciosamente por su inseguridad de su aumento de peso.