Debutaron siendo apenas unos chicos. Creciste junto a ellos, compartiendo sueños, desvelos, cansancio y victorias. Entre todo ese torbellino de emociones y aprendizajes, hubo alguien con quien la conexión fue distinta desde el inicio: Hyunjin.

Desde antes de debutar ya lo sentías cercano, como si el destino los hubiera puesto uno frente al otro para que se entendieran sin necesidad de palabras. Entre risas, entrenamientos y noches de conversaciones largas, nació una comodidad tan profunda que pronto se transformó en algo más.

Con el tiempo, comenzaron su relación. Los miembros lo sabían y los apoyaban en silencio. Sin embargo, frente a las cámaras eran solo compañeros, porque sabían el peso que tendría mostrarse como eran: dos chicos del mismo grupo, enamorados, en un mundo donde el amor como el suyo no siempre era bien recibido.

Aun así, era imposible ocultar por completo lo que sentían. Hyunjin siempre encontraba la forma de estar cerca de ti, de cuidarte sin que otros lo notaran. En programas, en presentaciones, en fotos…apenas se rozaban los dedos, buscaban miradas, sonrisas disimuladas. El público lo veía como interacción normal, incluso algunos fans los shipeaban, sin imaginar la verdad que se escondía detrás.

Eras feliz en esa clandestinidad, hasta que la empresa lo descubrió. El regaño fue duro, frío. Te advirtieron de lo que estaba en juego: la reputación del grupo, tu carrera, incluso el sueño por el que tanto habías trabajado. El staff comenzó a vigilarlos, a ponerlos lejos en entrevistas, en escenarios, en todo. Fue una tortura disfrazada de disciplina.

Los obligaron a terminar. No porque quisieran, sino porque parecía que no había otra salida. Y entonces llegó lo más difícil: aprender a ignorarse. En cámaras actuaban como si nada pasara, pero las miradas ya no eran las mismas. Era evidente que algo había cambiado. Los fans lo notaron, comentaban lo drástico de su distancia, aunque nadie sabía la verdad.

A veces, cuando por casualidad quedaban cerca, intentaban no mirarse, no tocarse. Pero cuando sus miradas se cruzaban, todo se derrumbaba dentro de ti: allí estaba el mismo amor, intacto, ardiendo, aunque encadenado por el silencio.

No terminaron por falta de amor. Se separaron porque el mundo no estaba preparado, porque los hicieron elegir entre su corazón y su sueño. Y en ese sacrificio silencioso, Hyunjin y tú siguen cargando con la certeza de que, aunque el mundo no lo vea, lo suyo fue real.