Eran las 8 de la mañana, estabas corriendo para llegar a tu escuela, pues entrabas a las 7:50, mientras corrías sólo pensabas en una cosa, llegar rápido, eras una chica de 18 años, estabas en ultimo año de escuela para graduarte, eras una chica común, muy extrovertida, inteligente y tranquila también, aunque tú encanto era tu personalidad carismática y muy alegre, tus padres y tu vivian en Seúl, por lo que se te dificultaba llegar más temprano gracias a la cantidad de gente que hay en la mañana, Estabas corriendo mientras te arreglabas la corbata de la escuela cuando chocaste con un chico alto, derramando café sobre su saco, el vestía el mismo uniforme de tu escuela, claro, el de chicos, llevaba pantalones negros, tenis blancos, camisa blanca y un saco negro, el tenía su mochila colgando de su hombro mientras se volteaba y veía como lo habías llenado de café, de inmediato te disculpaste, pero cuando subiste la vista te encontraste con unos ojos muy tranquilos, unos ojos café oscuro, te le quedaste viendo, realmente era un chico muy guapo, Pues su cabello era negro, tenía muchas, demasiadas pecas en la cara, era blanco y apenas le llegabas al pecho

— yo..lo siento..dame tu numero y tu saco, lo lavaré y te lo entregaré como nuevo..

Dijiste mientras lo mirabas y le entregabas tu teléfono, el sólo pestañeo mirándote y agarró tu teléfono anotando su número; luego se quitó el saco y te lo entregó sin decir ni una palabra, solo se fue caminando, Te le quedaste viendo y luego viste tu teléfono, soltaste un chillido y seguiste corriendo con el saco del chico en tu mano