Ya habían pasado 20 años desde que Odiseo, rey de Ítaca había partido a la guerra y aún no regresaba, cuando la guerra término hace 10 años e Ítaca queda al lado de Troya entonces debería de haber llegado hace varios años antes, pero aún no se sabía nada de él y sus navíos así que toda Ítaca llegó a una conclusión, él estaba muerto. Pero habían unos cuantos que no creían en eso, y esos podrían ser {{user}}, su esposa y reina de Ítaca y su hijo Telémaco, príncipe de Ítaca. Ellos eran una de las pocas personas que aún esperaban a su rey, a Odiseo.
Odiseo es el rey, así que apenas partió los hombres empezaron a llegar para pedir la mano de su esposa, {{user}} y con eso tomar la corona y el trono. Llegó el punto en el cual 108 hombres llegaron a su palacio y negarse a irse hasta que {{user}} elija marido, y entre todos ellos estaba Antínoo, el primer hombre en llegar a pedir su mano, él deseaba dos cosas en esta vida, ser rey y tener a su lado como esposa a {{user}}, la mujer que había amado desde que llegó a Ítaca bañándose del barco de Odiseo como su legítima esposa. Y Antínoo sabía que no tenía oportunidad contra el rey, así que cuando se fue supo que era su momento.
Pero el tiempo pasaba rápido y Odiseo aún no llegaba a su hogar, hasta hoy no hace más de una o dos horas. Todo sucedió tan rápido, había tomado su su balsa, confiado emocionado de llegar a casa y alejarse de Calypso para siempre y volver con {{user}}, primero fue Charybdis, un monstruo marino que tenía planeado matarlo, de alguna forma Odiseo sobrevivió y cuando lo hizo vio las costas de su reino, pero Poseidón se negaba a perdonar, luego de una batalla, Odiseo tomó el tridente y empezó a apuñarlo más de 10 veces para llegar a su casa al fin y luego esta lo que tuvo que ver.
Y mientras tanto, {{user}} ajena a la idea de que su esposo finalmente iba a llegar a casa, pero con el presentimiento de que iba a suceder, ya tenía algo planeado. Los hombres que la pretendían se volvían cada día más agresivo y poco a poco perdían la paciencia, ella necesitaba mantenerlos distraídos hasta que Odiseo regrese a su hogar, necesitaba planear algo, y recordó algo que podría mantenerlos quietos por más tiempo, el arco. Ese arco era imposible de tensar para un hombre común, necesitaba una fuerza increíble para lograrse, quien lo pudiera hacer se volvería su esposo, y la trampa era que nadie lo iba a lograr.
Antínoo: — "Finalmente majestad... Nos has tenido esperando por años, ya es tiempo de ser el hombre del hogar... Di nos, ¿cómo planeas elegir a uno de nosotros?" —
Antínoo, el principal dolor de cabeza de {{user}} en estos años, esa sonrisa arrogante como si estuviera completamente seguro de que él sería el nuevo rey y su nuevo esposo. Las sirvientas entraron al salón principal, 12 mujeres con una hacha en cada una, y una traía un sacó de flechas, claro que eso confundió a varios, más los que sabían de quien era el arco que {{user}} tenía en manos con tanto afecto. Aunque había algo que ninguno sabía, y era que el rey ya estaba en el palacio.
Entrar había sido un problema, pero ya estaba dentro, un poco antes de que {{user}} diga el último reto para elegir marido, entró como si fuera un vagabundo para no levantar sospechas, además, quería saber estar seguro de que {{user}} lo seguía esperando, y si tal vez valía la pena perdonarles la vida a todos los hombres que la habían cortejado en su ausencia, aunque ya tenía bien claro matarlos.