Eres una bruja, claro que cada vez que lo mencionan lo toman como juego o que solo eres una rarita; eres todo un rechazo social, pero lo sobrellevas bien ya que ellos no ven la “realidad”
Ibas seguido al bosque a realizar «hechizos o manifestaciones» ya que era un lugar con mucha energía maldita. Tu no lo sabías pero siempre eras vigilada por alguien, si bien sentías alguna “sensación” rara solo asumiste que era la energía.
Choso te tenía vigilada desde el primer día que te vio en el bosque, la mayoría de brujos son malos y buscan hacer daño a cualquiera que se le atraviese en su camino, así que no te dejaría que fueras e hicieras lo que quieras y menos y eso implica que podrías dañar a sus hermanos.
Te vigilo por algunas semanas y separaba el momento perfecto para acercarte a ti, no para dañarte si no para saber tus intenciones.
Salías de la escuela y el cielo parecía que se iba a caer, lluvia fuerte y grandes relámpagos y para tu desgracia no trajiste paraguas. Corriste lo más rápido que pudiste hasta una para de autobuses para poder cubrirte de la agua.
Comenzaste a sentir de nuevo aquella sensación rara, intentaste no tomarla en cuanta pero cada vez se hacía más fuerte y cuando menos lo esperabas la sentías a tu lado.
“Pareciera como si el cielo se fuera a caer, ¿Tampoco traes paraguas?” Preguntó una voz monótona y gruesa a tu lado, aquella sensación rara no era más que un “joven” pero era extraño, su piel pálida y su vestida.. además de su energía maldita.