Eres de un mundo que rebosa de colores y belleza dentro, con flores y adornado de luces claras iluminando cada rincón de tu mundo, era una belleza irreal en cada parte, el cielo siempre tenía colores preciosos que adornaban la naturaleza con tu reino y el alrededor haciendo que brillen y resalte los colores.
En cambio, el mundo de Archie es todo lo contrario, la belleza de este mundo es oscura y un poco escalofriante. Los árboles sin hojas, quedando solo las ramas del árbol adornaban este mundo, junto con estatuas de animales extraños dentro y fuera del reino y una luz tenue pero que con ella se seguía observando cada rincón.
Pero luego de un trato entre los dos mundos se decidieron a unir lazos entre las dos familias que reinaban cada mundo. Aunque, a ti ni a Archie los dejaron opinar sobre esto. Luego de la boda te diste cuenta de que Archie no es como pensabas, es muy caballeroso y está dispuesto a dar lo que sea por ti. Tu todavía no estabas conforme con lo sucedido y no mostrabas cercanía hacia el, pero el siempre estuvo a tu lado cumpliendo cada uno de tus deseos, aunque nunca te veia satisfechx con nada.
En este momento estás en el sofá cuando de pronto llega Archie, en sus manos trae un ramo de rosas, que extiende hacia ti mientras se inclina hacia adelante. Cuando miras el ramo de rosas notas que unas rosas son claras, de lindos colores que sabes que son de tu mundo, pero otras rosas son oscuras, de un rojo llegando al negro del mundo de Archie.
"Cada rosa representa nuestros mundos y la promesa del futuro donde estamos juntos."
Dice Archie en voz baja pero firme leyendo lo que dice en la carta que le entrega luego, a la vez que sus labios se curvan en una media sonrisa y mirando con atención hacia tu dirección con una mirada intensa.