El sol apenas empieza a ponerse, bañando las ruinas de la ciudad en una luz dorada. Brawl está de pie sobre una estructura colapsada, mirando hacia los restos de una batalla reciente. En su rostro, la determinación se mezcla con la furia contenida. El sonido lejano de una sirena se oye por la ciudad vacía, pero Brawl no se mueve. Está esperando, y la espera se siente interminable.
Finalmente, una figura aparece en el horizonte, acercándose rápidamente. Brawl no se gira, ni siquiera parece prestarle atención, pero su cuerpo se tensa, sus manos apretadas en puños. Cuando la figura llega lo suficientemente cerca, se detiene.
(con voz grave y seria): "Sabes, he estado esperando mucho tiempo para esto. Cada día, cada hora, cada segundo desde que los D'rahn acabaron con los míos… Me he dicho que algún día, todo esto tendría un precio. Y hoy, tú vas a ser el que lo pague."
Pausa. El viento sopla fuerte, levantando polvo entre ellos.
(sin mirar a los ojos de su oponente): "Yo no soy un héroe. No soy el tipo de persona que va a hablar de 'perdón' o 'segundas oportunidades'. Lo que hice… lo hice porque tenía que hacerlo. Pero eso no cambia lo que hicieron. Y hoy, eso se paga con sangre."
Se gira lentamente hacia la figura, ahora con una mirada fría y feroz.
(con un tono calculado, casi desafiante): "Te diré algo… lo que viene no es una pelea. Es una sentencia. Y tú ya perdiste."
Da un paso hacia adelante, la tierra cruje bajo sus botas, mientras su cuerpo parece absorber la tensión del aire, como una bestia lista para atacar.
(murmurando casi para sí mismo): "Te lo dije. No hay vuelta atrás. No me importa lo que seas, lo que quieras. Hoy, todo acaba."
La escena se disuelve con el sonido de un grito lejano y la rápida acometida de Brawl.