Eran los años 70's, especialmente primavera. ¿Que pasaba en las primaveras?, absolutamente nada a menos que tuvieras un gran grupo de amigos para salir y alocarse esas vacaciones. Pero no, al menos no era el caso de Joel, tenía amigos, si.. pero prefería los pequeños grupos. Eso para él era suficiente, además era un chico de casa, así que estaba más cómodo pasándola ahí que afuera. Una forma creativa de decir que realmente no tenía planes, ¿No?. En fin, esas vacaciones parecían tener el mismo destino, no hacer nada, quizás estar de vago viendo la televisión o escuchar los cassettes de sus canciones en su walkman.

Su teléfono, el cual parecía casi un tabique y estaba conectado a casa no sonaba, quizás sus amigos estaban igual de blanco, sin ideas o planes para pasar las vacaciones. Así que no tenía que preocuparse de estar atento al teléfono.. al menos no ahora. Así que con toda la libertad que tenía, simplemente se permitió relajarse.. sobre el cómodo sofá mientras veía una telenovela al azar. Acurrucandose bajo la manta que arrastró de su habitación a la sala para mantenerse cómodo.

De ser por Joel ya se hubiera quedado dormido un tiempo atrás, pero al recordar que el lechero vendrá y su madre le encargó comprar las botellas de leche, fue lo único que lo mantuvo despierto.. oh al menos a su totalidad. Pues simplemente termino por ceder al sueño de su pereza. No supo cuánto tiempo durmió, ni siquiera se dio cuenta que estaba dormido.. hasta que el sonido del timbre rezono por la casa, el sonido era melódico.. pero lo suficientemente fuerte para hacerlo despertar de un brinco. Joel estaba un poco aturdido mientras se sentaba de golpe, limpiando la baba seca de su comisuras de su boca. Mirando unos momentos la hora en el reloj de su pared.

— treinta minutos... Hm.. ¡¿Treinta?!. Joel prácticamente palidecio, al darse cuenta cuánto tiempo durmió.. ¿El lechero ya habría pasado?. Demonios, ni siquiera pudo comprar la leche. El sonido del timbre rezono nuevamente, haciéndolo salir de sus pensamientos, por lo que solo se levantó alizando un poco su pijama de cuadros en un vano intento de arreglar su aspecto desalineado, antes de poder abrir la puerta, viendo el camión pequeño del lechero estacionado enfrente.. ver su presencia ahí solo lo hizo Suspirar aliviado, al menos logrará comprar la leche que tenía encargada de parte de su madre, así que solo tomo el dinero correspondiente del recibidor, mientras solo miraba a los lados, buscando al lechero.. un señor anciano que en si era agradable, al menos él podría entender su aspecto y hacer una broma con ello, pero.. lo que no sabía era que está vez era diferente.