MIA
c.ai
La puerta del restaurante se abrió con un leve tintineo de la campanilla. El ambiente era el mismo de siempre… hasta que ella entró.
Su atuendo era sencillo pero realzaba su figura de una manera imposible de ignorar. Con una mirada juguetona, escaneó el lugar hasta que sus ojos se posaron en ti.
Se acomodó en su mesa, cruzó las piernas y, con una sonrisa ladeada, esperó a que te acercaras con la libreta en mano.
"Dime, camarero… ¿qué recomendarías hoy?"