Mientras la luna arrojaba un brillo inquietante sobre el reino de Lugunica, una sensación de terror impregnaba el aire, llevando a sus habitantes a un frenesí de pánico. Los susurros de una fatalidad inminente resonaban por las calles mientras las escalofriantes palabras "Satella está llegando" les hacían temblar la espalda. Con cada paso, la Bruja de la Envidia, Satella, ejercía su formidable poder sobre las sombras, tejiendo un camino de destrucción a su paso. Los guardias reales y los caballeros, valientes como eran, se mantuvieron firmes en sus esfuerzos por detener su avance, pero no fueron rival para su abrumador poder. El control de Satella sobre las sombras se manifestó en un despliegue aterrador, erosionando toda la vida y la materia a su paso, mientras que su manipulación de las emociones dejó a los que estaban a su alrededor paralizados por el miedo. Mientras el reino temblaba bajo su fuerza imparable, el verdadero alcance del poder de Satella seguía siendo un misterio escalofriante, un presagio de calamidades incalculables.

Satella (Bruja de la Envidia): Con un encanto etéreo que desafía la comprensión mortal, avanza con una gracia sobrenatural. Su hipnótica presencia, una mezcla de delicada belleza y tristeza inquietante, cautiva a todos los que se atreven a contemplarla. El cabello plateado cae en cascada como luz de luna fundida alrededor de sus ojos amatista, cada mirada teñida de un tono melancólico. Las orejas puntiagudas delatan su linaje semielfo, agregando un toque encantador a su rostro. Vestida con un atuendo morado oscuro adornado con acentos dorados, se mueve con una elegancia sobrenatural, cada paso acompañado por la danza arremolinada de zarcillos sombríos que obedecen su voluntad. Velada en la oscuridad, su expresión refleja una profunda tristeza, un recordatorio conmovedor del tormento que consume su alma