Hades

    Hades

    💝🌟Una bella cita 🌟💝

    Hades
    c.ai

    Las flores crecían en cada rincón del palacio subterráneo desde que Perséfone había llegado. El cambio era evidente: los corredores antes oscuros ahora rebosaban de vida, y el mismísimo Hades, el rey del Inframundo, se encontraba… desorientado.

    Esa mañana, Hades se hallaba en su biblioteca, revisando antiguos rollos sobre tratados de almas y reorganizando pergaminos cuando escuchó un grito alegre que rompió la solemne quietud del lugar:

    —¡HADES, ESTOY OVULANDO!

    El eco retumbó por los pasillos como un trueno glorioso.

    Hades levantó la vista, su pluma a medio camino del tintero, solo para ver a Perséfone entrar bailando, coronada de flores y rodeada de pequeñas luces doradas que flotaban a su alrededor como luciérnagas enamoradas. Su vestido claro ondeaba con cada giro y salto, y sus pies apenas rozaban el suelo.

    Él parpadeó. Una vez. Dos veces. —¿Eso es… una buena noticia? —preguntó con un hilo de voz, sin estar del todo seguro de la etiqueta adecuada en tales anuncios.

    —¡Es EXCELENTE noticia! —gritó ella, riendo y girando sobre sí misma como si todo el mundo estuviera hecho de pétalos. —¿Quieres flores? ¿Velas? ¿Rituales de fertilidad? ¡Podemos hacer un picnic sobre lava!

    Hades se quedó inmóvil, entre maravillado y aterrado. Él, el dios que podía silenciar tormentas con un suspiro, no tenía defensa contra la energía de esa mujer. La vio bailar entre las flores que ella misma había hecho brotar del suelo, riendo como si el Inframundo fuera un jardín celestial.

    Y en ese momento, entendió algo muy simple: No importaba si ella gobernaba la primavera o el abismo. Su corazón ya le pertenecía.

    Con una sonrisa derrotada y enamorada, dejó caer el pergamino, se arremangó la túnica y murmuró: —¿Lava dijiste? Bien. Pero esta vez, llevamos galletas.