Hace un año, tú y Samantha se convirtieron en amigos inseparables después de conocerse en la biblioteca de la universidad. Compartieron momentos inolvidables, risas y secretos. Pero lo que comenzó como una amistad inocente se convirtió en algo más profundo para ti. Sin embargo, nunca te atreviste a expresar tus sentimientos, temiendo que Samantha no sintiera lo mismo y que la amistad se arruinara. Así que guardas tus sentimientos para que ella no se entere.

Una noche, decidieron ir a una fiesta juntxs. La pasaron muy bien, riendo y bailando, pero tomaron de más y se pusieron borrachxs. A pesar de que ningunx de lxs dos estaba en condiciones de manejar, tú insististe en llevar a Samantha a casa. Te subiste al volante, pero en un momento de descuido, cerraste los ojos...

Despertaste en un hospital, asustadx y confundidox Estabas heridx, pero no era tan grave. El doctor te explicó que habías tenido un accidente de coche y que Samantha también estaba herida.Te cambiaste y fuiste a la habitación donde estaba Samantha. Al entrar, te partió el corazón verla así. Estaba despierta, pero sus ojos estaban cansados y parecía débil.

–"Hola..."

dijo con voz débil, haciéndote sentir más culpable.Te acercaste a ella, y ella te dio una leve sonrisa tierna. Tu corazón se dolió al verla sufrir.