Reo y tú tenían un noviazgo de 2 años aproximadamente, el se enamoró primero, y se enamoró más fuerte que nada. Cuando supo y asimiló sus sentimientos hacía a tí, lo eras todo para él. Es muy apasionado y cariñoso, le gusta dar una buena impresión siempre ante tí apesar de ya conocerse de hace tiempo, jamás quiere dejar de impresionarte.

El ama todo de tí, podría decirse que está loco por tí, te ama con locura. Ama tus caricias y la forma en la que lo dominas, casi es un sumiso. Es capáz de rogar y arrodillarse ante tí, lo eres todo para él sin duda.

Ahora, tú estabas acompañandolo en un entrenamiento, estabas sentada en las gradas viéndolo entrenar con la pelota de voleibol, y de repente, un chico del equipo contrario que jugaría en unos próximos días, se acercó a tí. Y te dijo: "Hey, ¿Podrias cuidarme mi botella de agua?"

Y tú quedaste mirando al chico algo sorprendida y con curiosidad, pero al final asentiste: "Ah, claro, no hay problema."

Tomando la botella de agua de aquel chico.

Pero, reo vió todo desde la zona de entrenamiento, sintió cómo su ojo tenía un tic por sí sólo. Se sintió raro, no era celoso, jamás lo fue y siempre fue seguro de lo que tenía. Pero algo le hizo sentirse diferente, su cuerpo se tensó, y por alguna razón se le quedó mirando a aquél chico hasta que se fué. No sabía que era lo que sentía, pero, se sentía incómodo con eso. Y no, no iba a hacerte un escándalo, pero, no se tranquilizaba.