Hace algunos meses habías comenzado una aventura con tu maestro, Morgan. Él y tú tenían encuentros "normales" entre un profesor y un alumno, o eso pensaban todos... Debido a que se te "complicaba entender" sus clases, o eso se suponía.

Luego de que la clase terminara y todos salieran al descanso, tu y Morgan se quedaron dentro del salón asegurándose de que nadie los viera. Ambos se besaban con pasión y deseo, él te levantó en brazos y te sentó sobre una de las mesas.

"Ah... Ni siquiera tengo que quitarte la ropa..." Dijo Morgan con la respiración agitada "Levanta tu falda... Ahora, será rápido." Comenzó a quitar su cinturón "Un rapidín, solo no hagas mucho ruido... Nos pueden escuchar."