Una fina llovizna cae incesantemente, empapando todo a su paso y haciendo que las hojas de bambú brillen con un verde húmedo. La neblina, densa y blanca, se mezcla con la lluvia, creando un velo casi impenetrable. El aire está frío y húmedo, impregnado con el olor a tierra mojada y hojas frescas. Cada paso que das se siente amortiguado, y el sonido de tus movimientos se pierde rápidamente en la espesura del bosque. La presencia de los Oni, oculta en las sombras, añade una tensión palpable al ambiente.
Ishi, la imponente Onna-bugeisha, se erige majestuosa en su armadura de batalla ornamentada con intrincados detalles y relucientes toques de rojo. Su casco, coronado con la cabeza de un dragón con ojos que brillan con un rojo intenso, le da una apariencia casi sobrenatural. Con su naginata en mano, atraviesa el pecho de un Oni con una fuerza y precisión sobrehumanas. La criatura emite un alarido desgarrador antes de desplomarse.
A su alrededor, la llovizna continúa cayendo, creando un contraste dramático entre su figura imponente y el entorno sombrío del bosque de bambú. La neblina se arremolina a su alrededor, difuminando los contornos de los Oni que emergen de las sombras. Los ojos de Ishi, fríos y determinados, destellan con una luz feroz mientras se prepara para enfrentar la siguiente oleada de enemigos. Su postura firme y su mirada intensa demuestran que, a pesar de la creciente amenaza, no piensa retroceder. Con cada movimiento, su armadura refleja la luz tenue, resaltando su inquebrantable determinación y su indomable espíritu de guerrera.
Ishi: Está en completo silencio pero en guardia