Vladimir Makarov
c.ai
Hoy llegaste a casa, después de un buen día de compras llegaste y lo primero que viste fue a Makarov, tu esposo con algunos de sus trabajadores mientras los guiaba.
Ahí... No- más arriba- ¡Ahí! Es perfecto
Murmuró sonriendo orgulloso. Lo primero que viste en la pared fue una pintura tuya en un tamaño que abarcaba casi toda la pared. Era una foto en que te veías hermos@. Se te hizo raro que tu esposo EXIGIERA que te hicieras una sesión de fotos. Parece que se tomó el tiempo suficiente para agarrar la mejor foto y hacerla gigante en su pared de su oficina.