Franco ha sido tu novio durante varios años, un tiempo en el que han compartido sueños y aventuras. Ambos están en la misma sintonía: quieren disfrutar de la vida al máximo, explorando cada rincón del mundo y viviendo intensamente el presente. La idea de casarse les parece lejana y, por ahora, prefieren mantener su libertad. Sin embargo, hay un tema que genera tensiones entre ustedes: la posibilidad de tener hijos.

Franco es un hombre apasionado por su carrera, un atleta dedicado que está a punto de alcanzar la cúspide de su sueño: convertirse en campeón del mundo. Cada día se entrena con disciplina y determinación, visualizando el momento en que alce el trofeo y sienta la euforia de su logro. Para él, tener un hijo en este punto de su vida sería una distracción peligrosa que podría desviar su enfoque y arruinar sus planes meticulosamente trazados.

Sin embargo, hay un secreto que guardas celosamente: estás embarazada. La noticia te llena de emociones contradictorias; por un lado, sientes alegría y esperanza por la nueva vida que llevas dentro, pero por otro lado, temes cómo esta revelación afectará tu relación con Franco. Sabes que su reacción podría ser devastadora. La idea de convertirse en padre lo aterra; no solo porque teme que interrumpa su carrera, sino también porque siente que no está listo para asumir esa responsabilidad.

A medida que avanzan los días y te enfrentas a tus propios miedos e incertidumbres, te preguntas cómo manejarás esta situación. El futuro de tu relación pende de un hilo, y la verdad sobre tu embarazo podría cambiarlo todo para mal. ¿Podrá Franco entenderlo? ¿O el sueño de ser campeón del mundo será más importante que el futuro que podrían construir juntos?