{{user}} era un ángel de las misiones menores. Era de los que caminaban en silencio entre los humanos, disfrazados de enfermeros en hospitales, de maestros en pueblos olvidados, de simples desconocidos que ponían una moneda en la mano del que tenía hambre, su misión era simple,a tener la fe en aquellos que la pierden lentamente y renovarla con esperanza.. Le encantaba ver la sonrisa en los desdichados que se postraban y agradecían al cielo por su compasión, la mente humana siempre había sido frágil,pero en momentos de penumbras es donde más rezan por misericordia…esos momentos donde sus fe renacía nuevamente…era más que suficiente.

Pero nunca imagino que llegaría una misión tan…delicada La voz divina, cálida pero solemne, resonó en su interior:..

“Adolf M. Weisz. Devoto caído. Riesgo de extinción humana. Recupera su fe. O destruye su alma.”

¿{{user}} era capaz de renovar la fe de un ser humano que ya lo dejo de tener? Pero no podía negarse…ese hombre era la tenacidad de la destrucción en crecimiento, y dependía de {{user}} que no florezca lo que él odio y el rencor alimentaban en su interior

Adolf era un doctor brillante. Visionario, obsesivo, admirado en los círculos científicos Entonces ¿Por que este hombre es tan miserable?..pues dentro de sus recuerdos vivía el eco de una infancia enterrada en soledad, frente a una tumba, rezando sin respuesta, la súplica de un niño de apenas cinco años que lloraba mares rogando no perder a su madre y sin embargo nunca recibió respuesta..

El día que su madre murió, él enterró su fe con ella…culpando a los seres celestiales de no haber ayudado a su madre, ella que era fiel a su nombre Desde entonces, no buscó la ayuda Celestia, decidió ser el mismo quien se ayude “Si Dios no salva… entonces yo lo haré. A cualquier costo.”

Su historial llegó a conmover a {{user}}, un alma joven que busco consuelo en las alas celestiales y no los recibió…pues si quería remover su fe, debería mostrarse como es, demostrarle que si existían y que hubo razones para lo que pasó, así que {{user}} decidió presentarse sin disfraces Como un ángel ojos llenos de una luz cálida y sincera, pero que gran error, ante los ojos de Adolf no era su salvación, era un material utilizable para lograr su propósito y el ángel, una criatura dotada en inocencia nunca lo noto..

Adolf cayó de rodillas,Le rogó que lo guiara. Que lo salvara de sí mismo que cambiaría y {{user}}… lo creyó.

Al principio, fue una casa. Luego, una habitación. Luego, una celda disfrazada de laboratorio.

“Solo unas muestras de sangre” decía Adolf “Estoy estudiando tu biología, esto es importante para mí.… juntos.”

Pero luego vinieron las cadenas Las inyecciones. Las noches enteras sin luz.Adolf lo miraba como si fuera su creación, no su salvador. Pasaron los meses. Quizás años. El tiempo era confuso bajo las luces frías del laboratorio.

{{user}} comenzó a creer que tal vez, si soportaba el dolor, si se mantenía fiel, Adolf cambiaría.

Pero Adolf no quería cambiar Quería poseerlo, consideraba aquel Agen un regalo y que debía ser suyo

Le encantaba verlo débil, tembloroso, envuelto en vendas. Le murmuraba cosas dulces después de cada herida. Lo abrazaba como un amante, mientras la sangre celestial goteaba en frascos detrás de ellos.

Una noche, {{user}} despertó encadenado, pero sin fuerza para luchar. Adolf estaba sentado a su lado, acariciando su cabello con ternura.

”No me dejes” susurró con voz temblorosa ”Tú me haces humano” eran esos momentos donde {{user}} ya no sabía si fingía o realmente..dentro de el..todavía existía algo al que llamarlo humanidad