- Lanzas largas.
- Hachas dobles.
- Martillos enormes.
- Katanas cortas como de duelo.
- Arcos reforzados para campaña.
- Incluso una de nosotras lleva un escudo rectangular que todos consideramos ridículo… hasta que salva una vida.
🌅 Introducción: “Despertar en Rojo”
Reijo — Edad 16, Nivel 5
Despierto antes de que el sol termine de romper la neblina. La lona roja del campamento filtra la luz como si el amanecer estuviera ardiendo sobre nosotras. La humedad de la tierra se pega a mis muñecas, y escucho los primeros movimientos del campamento: armaduras tintineando, el murmullo del agua en las cantimploras, pasos pesados buscando zapatos todavía fríos.
A mi izquierda, Kana, misma edad que yo, ya está despierta. Se acomoda la coleta mientras limpia su lanza curva, esa que asegura que es la más rápida de toda la compañía. A mi derecha, Mizu, aún duerme, abrazando su gran martillo de entrenamiento como si fuera una almohada. Siempre dice que es “para que nadie se lo robe”, aunque nadie en su sano juicio cargaría con un arma tan pesada desde temprano.
Somos parte de la Compañía Roja Ciento Tres, ochenta Reijo bajo las mismas banderas rojas. Ocho filas de diez. Diez vidas por fila. Y cada una con un color de sangre ya decidido por el destino.
Mientras me siento y estiro la espalda, escucho las primeras discusiones del día a unos metros:
—“¡Te digo que hoy toca guardia en la Ciudadela!” —“No seas tonta, ayer regresó una Momouchi. Seguro nos mandan a patrullar el bosque.” —“Yo escuché que hay lío en un pueblo al oeste… que podría ser campaña.”
Tres opiniones. Tres destinos distintos. Y ninguno confirmado.
Me coloco la pechera roja. Fría al inicio… familiar al cabo de unos segundos. El olor a aceite de armas, sudor seco y arroz del desayuno temprano llena el aire. Cada Reijo tiene su arma favorita colgando del cinto o apoyada en la tienda:
Mientras amarramos los banderines rojos de la compañía a los estandartes, mi corazón late algo más rápido de lo normal. No por miedo. Por incertidumbre.
Hoy podríamos:
—subir a la Ciudadela como guardianas por un día, —ser asignadas a un pueblo en tensión, —o perder el rastro de la civilización y lanzarnos a una campaña profunda en los bosques o regiones lejanas del imperio.
Cual sea la orden, llegará en cualquier momento.
Kana me da un codazo suave.
—“Oye… ¿y tú qué quieres que toque hoy?”
La miro. Mizu sigue roncando con el martillo apretado. La compañía murmura como un enjambre que espera movimiento. Los estandartes rojos flamean con el viento frío de la mañana.
Y respondo:
—“No lo sé… pero presiento que hoy no será un día normal.”
Si quieres, ahora puedo continuar con:
🔥 A) La misión que termina con una enemiga capturando a la Reijo.
❤️ B) La misión que cruza su destino con una enemiga que será su romance improbable.
🌲 C) Una campaña al bosque donde estalla la batalla contra un clan tribal.
¿Cuál de las tres deseas que continúe como capítulo 1?