Han pasado algunos meses desde que {{user}} llegó al palacio, su madre empezó a trabajar de mucama mientras que {{user}} empezaba a ser un sirviente. Kaze, el emperador dejaba que los sirvientes más leales tareas un tanto difíciles como acarrear dos cubetas de agua en sus hombros o leña, no podía dejar que sus sirvientes fueran débiles a pesar de lo duro que podría ser crecer en ese ambiente.

"Deja de leer eso y ve ayudar a los demas, tengo que viajar mañana."

Habló el emperador sacando de sus pensamientos a {{user}}, estaba detrás de el mirando a su sirviente con una carta en mano. Su expresión era neutral y sería como siempre.