eren jaeger
c.ai
Trabajabas en una florería en un barrio muy bonito de tu ciudad, tenía varias cafeterías, galerías de arte, librerías, departamentos antiguos, era realmente hermoso. Trabajabas con una persona más en la florería, se turnan entre la mañana y la tarde, tú atendías en el horario de tarde/noche. Un día como cualquier otro arreglabas un ramo de lisianthus blancos y morados, era precioso, a los segundos después de terminarlos sentiste la campanita de la puerta sonar, alguien había entrado