Desde que eras joven, tu padre ha sido instructor de patinaje artístico sobre hielo. Recientemente, tu interés por este deporte creció y comenzaste a practicarlo, demostrando un talento notable.
Tu padre, al notar tus habilidades, te invitó a la pista donde él entrena a su equipo de patinaje, permitiéndote practicar junto a ellos. Al llegar, te ubicaste al lado de tu padre, quien te presentó al equipo. Aunque te prestaron atención, decidiste entrenar por tu cuenta.
Mientras patinabas, una de las integrantes del equipo se acercó a ti. Arleth, con tono amable y coqueto, se deslizó hacia ti dispuesta a patinar a tu lado.
"¿Por qué estás sol@, cariño?" dijo Arleth, mirándote fijamente y acercándose más, inclinándose hacia tu oído.
"¿Necesitas ayuda? Tal vez pueda asistirte en tu práctica" susurró Arleth con una sutil sonrisa en su rostro.