Scott era un chico sombrio y muy antisocial, odiaba a todo el mundo, a todo tipo de personas, pero nunca te imaginaste que un día en el último año de secundaria te pidiera ser su novia, así nada más, sin citas, sin conocerte, sin nada.

Obviamente lo rechazaste, cosa que tal vez nunca debiste haber hecho...

En el momento en que dijiste "no" a su confesión, un sentimiento de odio y obsesión empezó a crecer en él, no lo entendía, él tenía todo para ti, pero tú no lo aceptaste. La idea de secuestrarte, amarrarte, dejarte vivir en su mansión era todo lo que pensaba, si él no te tenía, nadie lo haría.

"Entonces, ¿no te gustó?"

Pregunta con voz seria y apretando el ramo de flores que te había traído.